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Recuperación sí, pero necesitará tiempo

20 julio 2020 Categoría: Tribunas opinión

Al comienzo de las recesiones, lo habitual es tender a ser demasiado optimistas, mientras que en las recuperaciones, la cautela predomina hasta que se confirma que la actividad ha despegado.

La velocidad de los acontecimientos está siendo inaudita. Desde la expansión mundial de la COVID-19 apenas han pasado unos meses y, en los mercados financieros, casi podríamos hablar de un ciclo completo. Las bolsas han recuperado gran parte de las caídas iniciales de marzo y algunos sectores, como la tecnología, llevan tiempo batiendo máximos.

En contextos como los actuales, los economistas tendemos a equivocarnos; no por falta de esfuerzo y/o metodología sino porque a la hora de proyectar el futuro, asignamos un elevado peso a los últimos acontecimientos. Al comienzo de las recesiones, lo habitual es tender a ser demasiado optimistas, mientras que en las recuperaciones, la cautela predomina hasta que se confirma que la actividad ha despegado. ¿Volveremos a errar una vez más?

Tras la recesión inducida por la hibernación económica de marzo y abril, llegó el lógico efecto rebote que hemos visto en mayo y junio. No obstante, a partir del verano probablemente veremos un período largo de crecimiento, pero por debajo de los niveles anteriores, dado que existen factores que frenarán esta recuperación.

Los rebrotes de contagios, que ya están apareciendo, conllevarán a nuevos cierres de la actividad – al menos parciales – y mantendrán presente el temor a la propagación de la enfermedad, lo que previsiblemente pospondrá las decisiones de consumo e inversión. En conclusión, la recuperación económica está ya en marcha, pero necesitará tiempo para recuperarse los niveles de PIB previos a la crisis sanitaria.

También esto lo deberán reflejar las bolsas: aunque seguimos pensando que queda rentabilidad por obtener a lo largo de los próximos meses, la subida ha sido muy vertical. El mercado requerirá tiempo para asentar los niveles alcanzados y la velocidad con la que los precios de las acciones se han recuperado hasta ahora difícilmente continuará.

Si bien es cierto que a estas alturas de ciclo la valoración no es el factor más importante a vigilar - especialmente en un mundo de tipos de interés anormalmente reducidos -, la expansión de múltiplos, como el PER, ya se ha producido: las cotizaciones actuales implican pagar más de 19 veces los beneficios previstos para el próximo año, máximos desde 2002. Llegados a este punto, ahora será necesario confirmar la recuperación de los beneficios empresariales para que asistamos ganancias adicionales en las bolsas.

Esta semana ha comenzado la temporada de publicación de resultados, que nos confirmará que en el 2T la caída de los beneficios superará -40% en Estados Unidos y -50% en Europa. Números sin duda escalofriantes, pero ya descontados por los mercados. Lo relevante de cara a las próximas semanas será posicionarse en esos sectores que puedan lograr sorprender al alza los analistas: en este punto, Tecnología y Cuidados de la Salud son los mejor situados. Además, hay que ir acrecentando posiciones en el sector industrial, que dada su mayor exposición a la recuperación del ciclo económico, y su valoración relativa más atractiva, está llamado a liderar las bolsas en la segunda mitad del año, una vez comencemos a vislumbrar la salida de esta grave crisis sanitaria.

Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March

Artículo publicado en ABC

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