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Los resultados empresariales, un impulso necesario para las bolsas

23 noviembre 2020 Categoría: Tribunas opinión

A pesar de la pandemia, las bolsas no han parado de crecer.

A pesar de que la pandemia se mantiene entre nosotros, las bolsas no han parado de crecer. El incremento de las expectativas de una recuperación económica rápida, al calor de la vacuna, una combinación de bajos tipos de interés y elevada liquidez en el sistema, propiciada por los bancos centrales, y la pronta actuación de los Gobiernos, que ha permitido en parte sostener el consumo, son los factores que explican el optimismo reinante en los mercados.

En este contexto, la recuperación de la renta variable ha sido espectacular, con incrementos desde los mínimos vistos en marzo del 60% para la renta variable global y estadounidense, y del 40% en el caso de la europea. La recuperación no ha sido homogénea, con los sectores de tecnología, servicios de comunicaciones y salud como principales beneficiados de este extraño año 2020.

Con semejante escenario entra en juego el factor de los beneficios empresariales. Comencemos por relatar el positivo comportamiento de los resultados del tercer trimestre, claro reflejo de la reapertura económica vista en el periodo. En Estados Unidos, y con el 90% de las compañías integrantes del índice S&P 500 ya publicado, el ratio de sorpresas positivas es del 82% en beneficios y del 74% en ingresos, mejorando claramente las estimaciones iniciales. A nivel agregado, las cifras de beneficios e ingresos todavía ceden un 8% y 3%, respectivamente, pero mostrando una notable recuperación frente al -31% y -9%, respectivamente, del segundo trimestre. A nivel sectorial, tecnología, servicios de comunicaciones y salud experimentaron crecimientos en contraste con el muy negativo comportamiento de energía.

En Europa la tendencia es similar. El ratio de sorpresas positivas alcanzó máximos de la última década, gracias al bajo nivel de expectativas de partida y al rebote de la economía en el periodo, ya adelantado por la mejora secuencial de los Índices de Gestores de Compra. Tomando como referencia el índice Stoxx 600, y también con un 90% ya publicado, los beneficios ceden un 17% y las ventas un 11%. A nivel sectorial se repite la tendencia vista en Estados Unidos, con tecnología, servicios de comunicaciones y salud presentando las mejores cifras.

Pero todo esto es el pasado y a nosotros nos interesa el futuro. Es evidente que las valoraciones de la renta variable llevan tiempo siendo exigentes, y anticipan en cierta forma una recuperación significativa de los beneficios. El consenso de analistas por el momento está de acuerdo, esperando un crecimiento a nivel global, en 2021, cercano al 30%. La previsión es incluso superior en el caso de Europa, con crecimientos esperados del 36%, y algo inferiores en Estados Unidos.

Los beneficios en 2020 ya han dejado de caer. La formidable expansión de múltiplos, soportada por un escenario de tipos en mínimos, explica en buena parte la recuperación bursátil vista hasta la fecha. Nos encaminamos hacia el año 2021, en donde la clave para la continuidad de los retornos bursátiles será la confirmación de unos mejores resultados. Beneficios que justifican nuestra visión positiva de la renta variable, sin descartar retornos incluso por encima de la media histórica.

Pedro Sastre es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March

Artículo publicado en La Vanguardia

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