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Tipos más altos y por más tiempo

06 noviembre 2022 Categoría: Tribunas opinión

 

Los conductores de la política monetaria global viven momentos complejos. Con una inflación que no da tregua, los Bancos Centrales se han visto abocados a pisar el freno de forma apresurada y endurecer las condiciones financieras. La velocidad del actual ciclo de subidas de los tipos de interés oficiales es la más agresiva desde inicios de los años 80 y, como nos confirmó esta misma semana la Reserva Federal de Estados Unidos, todavía no son suficientes para alcanzar su meta: contener la elevada inflación y evitar el riesgo a que se transforme en persistente.

Por unanimidad, la Fed decidió volver a elevar el precio del dinero en otros 75 p.b. hasta un rango del 3,75%-4%, acumulando desde marzo un total de 375 p.b. de subidas y situando los tipos oficiales en su mayor nivel desde 2007. Una decisión que no sorprendió a nadie, dado que había sido ampliamente telegrafiada al mercado. Sin embargo, lo importante en esta ocasión era conseguir leer entre líneas y dilucidar posibles pistas sobre el camino que seguirá la Fed y, sobre todo, la distancia que todavía queda por recorrer hasta alcanzar el tipo terminal, aquel nivel de tipos que permita comenzar a pensar en una pausa en el endurecimiento de las condiciones financieras.

Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March

Los mensajes fueron contundentes y el presidente de la Fed nos dibujó una clara hoja de ruta: no levantará el pie del freno hasta que la inflación y el mercado laboral muestren síntomas claros de enfriamiento. Según explicó Powell, los costes asociados a hacer demasiado poco son ahora muy superiores a los de pasarse de frenada. Por ello, en las próximas reuniones la discusión se centrará en “cuán alto” deberán subir los tipos oficiales y “por cuánto tiempo” se tendrán que mantener en niveles restrictivos para frenar la inflación, retirando así la importancia al ritmo de subidas.

A partir de ahora, el mercado continuará ajustándose a un ritmo de subidas más moderado, pero también a que los tipos oficiales serán más altos y permanecerán restrictivos un mayor periodo de tiempo. Desde nuestro punto de vista, estos mensajes apuntan a que veremos nuevas subidas del precio del dinero al menos en sus dos próximas reuniones hasta situarlos en el primer semestre de 2023 en un nivel terminal del 5%. Esta será la pausa de la Fed, el momento de esperar para ver los efectos de la política restrictiva sobre el empleo e inflación. Un periodo que llevaría a que los tipos se mantuvieran en esos niveles hasta al menos el final de 2023.

Aunque todavía no ha llegado el momento en el que los Bancos Centrales hagan una pausa, las fuertes subidas ya efectuadas, así como el deterioro de los diferenciales de crédito exigidos a las empresas, han llevado a los mercados de renta fija a niveles que consideramos atractivos para incrementar posiciones. Si, como pensamos, la inflación comienza a moderarse de forma más acelerada a partir de mediados del próximo año, terminando 2023 en niveles por debajo del 4%, la TIR actual del crédito corporativo de mayor calidad crediticia (actualmente en 5,7%) ya ofrece protección y un potencial de rentabilidad suficientemente atractivo. Tras un año de travesía en el desierto para los inversores, la renta fija vuelve a ser un activo con potencial de revalorización.

Artículo publicado en ABC.

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