Si ya lo decía Newton…
05 junio 2022 Categoría: Tribunas opinión
La Física es una ciencia que nos ayuda a comprender el entorno que nos rodea y, como bien nos enseñó este genio, la relación entre las fuerzas que actúan sobre un cuerpo y su movimiento es compleja.
En su primera Ley, Newton habló de la inercia. Postula que un cuerpo permanecerá en reposo o en movimiento recto con una velocidad constante, a menos que se aplique una fuerza externa. A ello se une la Ley fundamental de la dinámica (la segunda), que explica que la fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que éste adquiere en su trayectoria.
En el terreno económico, estos días ambas enseñanzas parecen aplicarse a las cifras de inflación, que empujadas por la fuerza de los mayores costes de las materias primas, siguen mostrando una inercia al alza que no da señales de respiro. En la zona euro, el crecimiento del IPC escaló en mayo a un nuevo máximo histórico del +8,1% interanual, con un encarecimiento del +7,5% de los alimentos y una subida del +39,2% del componente energético. Pero más preocupante aún son ahora los precios de los servicios –habitualmente más estables–, que aumentaron un +3,5%, ritmo nunca antes visto y que confirma que las presiones inflacionistas ya se han extendido al conjunto de la cesta de la compra.
Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March
Ante esta situación, lo que viene a partir de ahora es lo que magistralmente describió Newton en la tercera de sus leyes, la denominada acción-reacción y que “deberían aplicar” los Bancos Centrales para tratar de frenar una espiral inflacionista. A cada dato que conocemos y cada mes que transcurre sin vislumbrarse un freno en la subida de los precios, crece la presión sobre las autoridades monetarias para que amplíen sus acciones destinadas a contener las presiones inflacionistas. No obstante, si uno trata de aplicar esta tercera ley a los mercados financieros, la dificultad es conseguir calibrar de antemano la reacción que pueden tener estas acciones de política monetaria.
El próximo jueves le tocará el turno al BCE, que más que adoptar decisiones ya en esta reunión, tratará de preparar el terreno para cambios importantes que llegarán a partir de julio, momento en el cual el BCE iniciará su camino de subida del precio del dinero. En conjunto, durante la segunda parte de este 2022 esperamos al menos tres subidas de los tipos oficiales y que, antes del final de este año, la autoridad monetaria sitúe en positivo los tipos de la facilidad de depósito, situación que no ocurría desde 2014.
En este contexto, aunque la reacción de los mercados de renta fija está siendo acelerada y la rentabilidad exigida a la deuda europea de referencia –el Bund alemán– se sitúa ya en máximos desde 2014, pensamos que todavía no reflejan en su totalidad las posibles subidas de tipos y el riesgo a caídas adicionales en precio es todavía elevado. Por ello, pensamos que todavía es prematuro elevar la exposición a deuda con duraciones largas en las carteras de renta fija.
Artículo publicado en ABC.