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Los años 70, rock e inflación.

17 octubre 2021 Categoría: Tribunas opinión

En los últimos meses, la actualidad nos ha traído cierto aire a la década de los 70. Las imágenes de Estados Unidos retirándose de Afganistán recuerdan a la salida de Vietnam, mientras que la llegada de Biden a la Casa Blanca nos retrotrae a la victoria de los demócratas de la mano de Carter, en 1976.

En lo económico, las recientes subidas de los precios de la energía hacen a algunos temer un problema de inflación sostenida como la que terminó causando la crisis del petróleo –cabe recordar que la inflación norteamericana arrancó la década de los 70 con subidas del 6,2% y terminó tocando niveles de 14,6% en 1980–.

La pregunta es obvia: ¿tenemos que preocuparnos por volver al entorno inflacionista de los 70? Las similitudes son inquietantes, pero también lo son las diferencias.


Luis Fernando Coello es Analista de Estrategia de Mercados de Banca March

La primera es que vivimos en un mundo menos dependiente del petróleo. En 1980, para generar $1.000 de PIB global necesitábamos 142 litros de crudo mientras que, en la actualidad, requerimos menos de la mitad. Por lo que si bien los movimientos en los precios del petróleo siguen siendo relevantes para la inflación, lo son menos que hace 50 años.

Además, los productores están más diversificados. En 1973, la OPEP acaparaba el 51% de la oferta global. Esto fue determinante en la primera crisis del petróleo ya que los países fundadores, en su mayoría árabes, bloquearon el abastecimiento a los aliados de Israel en protesta por la guerra del Yom Kippur. Actualmente, la producción global está más repartida y la OPEP, con una cuota del 33%, ha perdido relevancia.

Otra divergencia está en la fuerte reducción en los costes de producción y distribución gracias a la tecnología. Un ejemplo está en la música:

En 1968, Jimmy Page se gastó 1.782 libras –lo que serían 31.000 libras en la actualidad– en grabar, en tan solo 30 horas de estudio, el primer álbum de Led Zeppelin. El grupo se convertiría en un icono y, desde entonces, el álbum ha vendido más de 10 millones de copias. Recientemente, la cantante Billie Eilish se ha gastado diez veces menos en producir su disco, grabado en su habitación, y con una distribución centrada en internet. El álbum alcanza las 4 millones de copias vendidas.

Por su puesto, esta disrupción se traslada al precio de los bienes. Mientras que, en 1970, el primer vinilo de 9 canciones de la legendaria banda costaba alrededor de 4 dólares –28 dólares actuales–, hoy por menos de 10 se consigue acceso a contenido musical prácticamente ilimitado.

Por ello, afirmar que nos enfrentamos a un escenario inflacionista similar al vivido en los años 70 nos parece algo precipitado en un mundo menos dependiente del petróleo y donde muchos modelos de negocio son capaces de ofrecer bienes y servicios a precios impensables hace 50 años. De aquella época preferimos quedarnos con la música, aunque hoy probablemente la escuchemos en una plataforma de streaming.

Artículo publicado en La Vanguardia.

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