En la recta final
06 diciembre 2020 Categoría: Tribunas opinión
Encaramos esta recta final del año con un mayor optimismo y la mirada puesta en la ansiada “reapertura”.
Nos acercamos a los últimos compases de 2020, un año que ha trastocado nuestras vidas. Muchas retrospectivas e innumerables lecciones obtendremos de estos últimos meses, pero de la mano de los recientes avances médicos en forma de vacuna, ahora encaramos esta recta final del año con un mayor optimismo y la mirada puesta en la ansiada “reapertura”.
Como no podía ser de otra forma, este mayor optimismo se ha visto reflejado en las bolsas mundiales, que cerraron un noviembre con ganancias record. Sin embargo, no debemos olvidar que todavía queda un camino sinuoso por recorrer y será necesario construir puentes que permitan a la economía real aguantar unos meses más con contagios y restricciones, hasta que finalmente se implemente la solución médica.
Seguimos inmersos en una carrera de fondo hacia la salida de la crisis económica y, por ello, la recta final no puede ser desaprovechada. En este contexto, diciembre será un mes para construir puentes de la mano de nuevos estímulos monetarios y una política fiscal que facilite liquidez a los negocios más castigados por la pandemia.
En las próximas semanas el turno de palabra será una vez más para los Bancos Centrales. Esperamos que tanto el BCE como la Fed sigan interviniendo y manteniendo los costes de financiación bajos. Como mínimo, el BCE ampliará en otros 500.000 millones de euros sus compras de bonos y extenderá la duración de estas compras hasta finales de 2021. En cuanto a la Fed, esperamos que introduzca medidas de apoyo al crédito a las pymes y sesgue sus compras de deuda pública hacia bonos de largo plazo.
En el apartado fiscal, es inevitable mirar a la política económica estadounidense, donde republicanos y demócratas deberán ponerse de acuerdo sobre el nuevo paquete de ayudas, y, en particular, prolongar en el tiempo el apoyo a desempleados: si no se toma ninguna decisión, en el escaso plazo de un mes más de 12 millones de parados estadounidenses agotarán sus prestaciones de emergencia implementadas en marzo, con las consecuencias que ello conllevaría para el consumo y la economía al completo.
Mientras llegan estos estímulos y nos vamos acercando a la solución médica, seguimos favoreciendo la inversión en tendencias estructurales que se han visto impulsadas durante la pandemia: el crecimiento diferencial de la tecnología y el consumo digital continuará brillando en bolsa, así como las empresas relacionadas con el cambio hacia una economía más verde, que seguirán recibiendo una elevada proporción de los estímulos destinados a impulsar la salida de la recesión.
No obstante, y ante el cada vez más cercano proceso de “reapertura”, estas posiciones ahora deben ser acompañadas por empresas más expuestas a la inminente mejora del ciclo económico. Así, más allá de las retrospectivas, esta recta final del año se presenta como una oportunidad para continuar elevando el peso en sectores como el industrial, el consumo cíclico y rotando la exposición hacia empresas de menor capitalización, que pensamos están llamadas a coger el testigo del rally bursátil que hemos vivido desde los mínimos de aquel ahora “lejano” marzo.
Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March
Artículo publicado en ABC