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El turismo navega a contracorriente

25 junio 2023 Categoría: Tribunas opinión

 

En una economía mundial que pierde dinamismo a marchas forzadas, hay un sector donde las perspectivas para los próximos meses son alentadoras, el turismo. Su vigoroso arranque de año es una clara señal de que el ahorro acumulado durante la pandemia y las ganas de viajar se están sobreponiendo a la elevada inflación, y también, a la subida de los costes de financiación.

A nivel mundial, durante el primer trimestre del año han viajado 235 millones de personas, lo que, según la Organización Mundial del Turismo, equivaldría a duplicar el número de turistas del mismo periodo del año pasado y alcanzar ya el 80% de los niveles anteriores a la pandemia.

Paulo Gonçalves es Analista de Estrategia de Mercados de Banca March

Europa es una de las regiones con un mayor dinamismo debido a la importancia del turismo intrarregional. En este contexto, los datos relativos a España están sorprendiendo positivamente y el sector turístico será uno de los motores del crecimiento nacional este año: en abril y por primera vez desde la pandemia, la llegada de turistas internacionales a nuestro país superó los niveles de 2019. Una tendencia que ha continuado en mayo si atendemos a los datos del sector aéreo, dado que la llegada de pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales ascendió hasta 8,8 millones de personas, un 14% por encima del mismo mes de hace un año. También las pernoctaciones hoteleras de no-residentes están superando las expectativas y en los cinco primeros meses del año ya superan las de 2019.

Con el comienzo del verano en el hemisferio norte, se acerca para muchos de nosotros ese ansiado momento de hacer las maletas y partir en búsqueda de un merecido descanso. La temporada alta de turismo está a punto de despegar y previsiblemente llevará a que se alcancen cifras récord en ingresos turísticos lo que confirmaría que, tres años después de la pandemia, la recuperación del sector ya es total.

Resulta llamativo ver estas buenas cifras y alentadoras perspectivas sobre la demanda turística en un entorno macroeconómico tan adverso, en el que los hogares están perdiendo poder adquisitivo por la elevada inflación y el encarecimiento de la financiación. La aparente discrepancia entre la fuerte caída de la renta disponible de los hogares y un mayor consumo en servicios no esenciales se explica fundamentalmente por la presencia de una bolsa de “exceso de ahorro” que las familias han acumulado durante la pandemia y que, en el caso de la zona euro, cerró el año pasado en niveles equivalentes al 8% del PIB (en España estimamos que fue del 8,3%). Este colchón favorecerá que el gasto turístico continúe escalando durante el verano.

Sin embargo, a medida que el incremento de los costes de financiación se vaya traspasando a la economía real y se frene la creación de empleo, el colchón de ahorro difícilmente será suficiente para evitar una ralentización en el gasto de los consumidores. Aunque no esperamos un fuerte deterioro de la actividad, estos factores nos llevan a pensar que, tras el verano, el enfriamiento económico se intensificará.

Artículo publicado en ABC.

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