El espejismo de la recuperación económica
12 noviembre 2023 Categoría: Tribunas opinión
Seguro que alguna vez, conduciendo en un día de estío, han visto un charco de agua brillando en la lejanía que, al acercarnos con el coche, desaparecía y la carretera resultaba estar seca. En efecto, se trataba de un espejismo generado por una ilusión óptica que, producida por efectos físicos de temperatura y refracción de la luz, nos llevan a ver cosas que no son.
Asistíamos semanas atrás a la publicación de indicadores apuntando a una economía mucho más resiliente de lo previsto, e incluso señalando una reactivación de la coyuntura global. El caso más notable fue el de Estados Unidos, tras conocerse una aceleración del PIB en el tercer trimestre hasta niveles del 4,9% trimestral anualizado. El repunte de la actividad económica del país también parecía visible en indicadores macroeconómicos como las ventas minoristas, apuntalando una sólida demanda del consumidor, o en indicadores de confianza empresarial. También en China, el PIB (+4,9% interanual) y las ventas minoristas (+5,5%) otorgaban un cierto optimismo, mientras que en la eurozona el paro de agosto cerró próximo a mínimos recientes.
Saltando de activo de riesgo, observamos que el incremento en las rentabilidades exigidas a la deuda soberana vista en los últimos meses se explica en buena parte por el incremento de los tipos reales, lo cual sería acorde con un escenario de mayor crecimiento económico global. El caso más llamativo: el avance de la referencia a 10 años estadounidense, que pasaba casi sin pestañear del 4% al 5% de forma muy reciente.
Pedro Sastre es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March
Pero nos preguntamos si, al igual que con el charco de agua, no se trata de un espejismo. De manera general, recordamos la agresiva política monetaria puesta en marcha desde el año pasado, no vista desde los años 80 y que inexorablemente tendrá su traslación a la economía real, con un menor crecimiento del crédito y de la inversión que ya asoma. En este sentido, hay que recordar que la política monetaria no ha tenido en términos históricos una traslación inmediata a la economía. Esto es, el impacto ha llegado siempre con decalaje.
Por otra parte, y pese a los brotes verdes, los últimos datos apuntan al deterioro generalizado de la actividad. En la eurozona, la economía se asoma a la recesión tras la caída del PIB en el tercer trimestre (-0,3%). En China, la inflación regresa al terreno negativo (-0,2% interanual) y refuerza la necesidad de nuevos estímulos mientras que, incluso en el resiliente mercado laboral estadounidense, la creación de empleo ha perdido fuerza, a falta de conocer el impacto de las recientes huelgas en dichas cifras. En el mercado de bonos, por otra parte, las pistas que otorgaba la Fed -que dan por concluido el ciclo alcista de tipos-, enviaban a la rentabilidad del bono a niveles cercanos al 4,5%, menos optimistas con el crecimiento económico futuro.
A diferencia de una alucinación, un espejismo es un fenómeno óptico real, ya que la luz refracta para formar la imagen falsa en la ubicación del observador. Sin embargo, lo que la imagen parece representar, al final queda determinado por la facultad interpretativa de nuestra propia mente. Los indicadores más optimistas no han sido un espejismo. Pero, en conjunto, creemos que la desaceleración de la economía mundial continuará, en medio de indicios de resiliencia y la reapertura china. Una coyuntura débil que unido a la llegada de la pausa de tipos auguran buenos tiempos para la renta fija y niveles de entrada más exigentes para las bolsas.
Artículo publicado en La Vanguardia.