Día de los presidentes
21 febrero 2021 Categoría: Tribunas opinión
El Día de los Presidentes es una oportunidad para repasar el impacto que han tenido sus mandatarios, pero este año más que nunca, también sirvió para reflexionar sobre qué esperar del recién estrenado presidente.
Cada año, en el tercer lunes de febrero, Estados Unidos se reúne para celebrar a sus líderes pasados. El Día de los Presidentes es una oportunidad para repasar el impacto que han tenido sus mandatarios, pero este año más que nunca, también sirvió para reflexionar sobre qué esperar del recién estrenado presidente.
Una vez “superado” el convulso traspaso de poderes, llega ahora el momento de comenzar a implementar los primeros cambios de la nueva administración Biden. En política exterior ya hemos visto los primeros pasos, con la reconexión a organismos multilaterales de cooperación: vuelta al Acuerdo de París sobre el clima y a la OMS. También parece haber mejorado el campo de diálogo con Europa, mientras la disputa comercial y tecnológica con China seguirá, pero con un enfoque más diplomático y predecible.
En el terreno económico, Biden defiende a capa y espada la necesidad de nuevos estímulos. Su propuesta es el Plan de Rescate Americano, un paquete de 1,9 billones de dólares (un 8% del PIB). Aunque los republicanos no se muestran conformes, la mayoría demócrata en ambas cámaras facilitará un acuerdo que no se aleje mucho de esta propuesta.
Entre otras medidas, este programa contempla pagos directos de 1.400$ a hogares, que se unirán a los 600$ que el gobierno de Trump ya entregó en diciembre. También incluiría una subida del salario mínimo y una prestación semanal por desempleo de 400$ adicionales.
Teniendo en cuenta que las actuales ayudas extraordinarias al desempleo expiran a mediados de marzo, Biden y su equipo harán todos los esfuerzos para aprobar estas ayudas en las próximas semanas. ¿Pero necesitará verdaderamente el consumidor estadounidense un estímulo adicional de esta magnitud?
Los datos alimentan el debate: las ventas minoristas crecen a ritmos de +7,4% interanual, al tiempo que están disminuyendo las tasas de contagios y las hospitalizaciones. Asimismo, la distribución de las vacunas ha mejorado y esto permitirá la reapertura de más negocios y la creación de empleo. Si, como se espera, las vacunas logran contener el virus antes del verano y se aprueba este enorme estímulo fiscal, estimamos que el crecimiento del PIB este año se situará por encima del +6% frente a la caída del -3,5% del año pasado.
Esta mejora de las expectativas económicas se refleja en los mercados financieros, que comienzan a poner en precio un escenario de “reflación”, término económico que estuvo de moda hace apenas unos años, justo después de la elección de Trump como presidente, quien en ese momento también buscó impulsar la demanda con estímulos fiscales.
La aprobación de las primeras medidas económicas de calado del equipo de Biden cada vez está más cercana, lo que sin duda empujará el consumo pero también presionará al alza la inflación. Por primera vez en mucho tiempo, crecimiento, inflación y tipos de interés pueden sorprender a los mercados más al alza que a la baja.
Este escenario nos mantiene alejados de la deuda pública (particularmente la de largo plazo), mientras que en bolsa, recomendamos sesgar el posicionamiento a sectores cíclicos y pequeñas empresas, más ligadas al consumo doméstico y beneficiadas por la llegada de estos estímulos.
Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March
Artículo publicado en ABC