Bonos verdes para construir el nuevo ciclo
04 octubre 2020 Categoría: Tribunas opinión
El momento de los bonos verdes ha llegado y estas emisiones ofrecerán oportunidades relativas que deben ser aprovechadas.
En el último lustro, la inversión responsable ha pasado de lo etéreo y de ser en muchos casos una mera etiqueta a una realidad. En Europa, ha sido gracias al impulso de la Comisión Europea, con su Plan de Acción de Finanzas Sostenibles y su taxonomía, entre otras cuestiones. Dentro de este camino hacia acciones y activos más concretos, un segmento con un elevado crecimiento y con un claro apoyo desde las autoridades son los denominados Bonos Sostenibles o Bonos Verdes, como se conocieron en un primer momento.
El año pasado ya se alcanzaron cifras record de emisiones de bonos sostenibles, con captaciones por encima de los 560.000 M$. Aunque la aparición de la Covid-19 frenó en un primer momento el crecimiento de este mercado, en septiembre, las emisiones de bonos verdes volvieron a reactivarse con fuerza y alcanzaron un nuevo record a nivel mundial: se captaron más de 30.000 M$ en un solo mes, cifra que es un 15% superior al anterior record mensual en la todavía corta historia de este tipo de deuda.
Si bien es cierto que a nivel global estas emisiones todavía solo representan el 5% del total y su liquidez es limitada, consideramos que podemos estar en ciernes de cambios relevantes. De cara al próximo ejercicio, pensamos que uno de los motores del crecimiento de los bonos verdes vendrá por la implementación del nuevo programa “Next Generation” de la Comisión Europea. Este estímulo fiscal fue diseñado para salir de la crisis sanitaria y está llamado a ser un actor fundamental en la transición hacia una economía más sostenible. Según anunció la propia presidenta de la Comisión Europea, el 30% del total del programa, es decir, 225.000 M€, serán financiados a través de la emisión de bonos verdes, lo que propiciará un salto sustancial en la profundidad del mercado y permitirá que este instrumento de financiación de proyectos de mejora social y medioambiental alcance nuevos máximos.
Por el lado de la demanda, también hemos conocido noticias positivas en las últimas semanas, que confirman el potencial de este activo. El pasado 22 de septiembre, el propio BCE anunció que incluirá los bonos verdes en sus programas de compras y que además los aceptará como colateral en las operaciones de liquidez con los bancos comerciales, confirmando así un nuevo espaldarazo al futuro desarrollo de este instrumento financiero.
En términos de comportamiento, si comparamos la evolución relativa en los últimos años entre un índice de Bonos Sostenibles y el agregado de crédito de grado de inversión en la zona euro, vemos como estas emisiones en su conjunto han logrado rentabilidades muy similares al agregado de deuda corporativa, pero con una calificación crediticia algo más elevada. El desarrollo de este mercado presenta por tanto interesantes posibilidades de diversificación dentro del crédito corporativo, tratando de aprovechar un mercado menos líquido, menos conocido y que sin duda contará con un importante apoyo desde las autoridades europeas. El momento de los bonos verdes ha llegado y estas emisiones ofrecerán oportunidades relativas que deben ser aprovechadas.
Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March.
Artículo publicado en ABC