A contracorriente
23 abril 2023 Categoría: Tribunas opinión
En una economía mundial castigada por las agresivas subidas de tipos de interés, China navega a contracorriente y su crecimiento se está acelerando. Liderada por el consumo y los servicios, la reactivación del gigante asiático en su particular y retrasado periodo post-Covid está superando todas las expectativas.
China acaba de lograr un crecimiento del +4,5% en el 1er trimestre, impulsado por la fortaleza de la demanda interna y, en concreto, por el sector servicios, que aportó por sí solo 3 puntos porcentuales al PIB. Asimismo, las ventas minoristas se dispararon un +10,6% en marzo, registrando su mayor incremento desde mediados de 2021.
En un país en el que siempre es complicado contrastar lo que realmente ocurre, no solo son las estadísticas oficiales las que señalan la reactivación del consumo: empresas internacionales relacionadas con el lujo también revalidaron esta tendencia. Por ejemplo, Louis Vuitton y Hermès, han mostrado crecimientos de doble dígito de sus ventas en Asia, gracias al tirón desde China. Ahora bien, tras este notable inicio del año, ¿le quedará fuerza al consumidor chino para continuar impulsando la actividad?
Paulo Gonçalves es Analista Senior de Estrategia de Mercados de Banca March
Como hemos visto en otras economías, tras la retirada de las restricciones a la movilidad, el ocio y el turismo tienden a recuperar los niveles de ocupación previos a la pandemia. Por ello, estos sectores son un buen termómetro de cuanto empuje adicional queda hasta la normalización del consumo.
En China, los ingresos de las taquillas de cine han aumentado un +10,7% en el 1er trimestre, pero todavía están un 13% por debajo de lo registrado antes de la pandemia. Por el lado del turismo, el volumen de pasajeros en vuelos domésticos ha recuperado el 89%, mientras que los vuelos internacionales van más retrasados, y aún no alcanzan el 20%. Por tanto, la recuperación del consumo está siendo vigorosa, pero todavía queda margen.
Para que siga esta aceleración del gasto de los hogares será también necesario que la confianza de los consumidores mejore y que se libere el ahorro acumulado. En el caso de los hogares chinos, cerraron el año pasado con cerca 4,6 billones de yuanes de “exceso de ahorro”, algo menos del 4% del PIB. Aunque esta cifra parece reducida en comparación con lo visto en economías como la estadounidense, donde el “exceso de ahorro” llegó a representar el 10% del PIB, lo cierto es que por cada 5% de reducción de este ahorro se estima que el crecimiento se vería impulsado en una décima adicional durante los siguientes trimestres.
Tras un 2022 aciago, el despertar del dragón ha comenzado, y su PIB superará con creces el objetivo del +5% de su gobierno. Esto convertirá a China en la única gran economía cuyo crecimiento se está acelerando y, por tanto, será un motor para la actividad en la región asiática, la principal beneficiada de la vuelta del turismo chino y de su capacidad de gasto (en 2019, el 68% de los viajes internacionales desde China se destinaron a otros países asiáticos, en particular a Tailandia, Vietnam, Corea del Sur y Japón). Por ello, seguimos favoreciendo la exposición a las bolsas asiáticas que, además, cotizan con descuento del 16% en términos de PER (Price Earning Ratio) frente al agregado de las bolsas mundiales.
Artículo publicado en ABC